MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- Cuando el presidente Felipe Calderón
pronunciaba un discurso en el que destacaba las acciones de su gobierno en
materia de acceso a la información y criticaba a gobiernos estatales y
sindicatos, dos jóvenes alzaron la voz y mostraron sus camisetas.
“Asesino, asesino”, le gritaron mientras exhibían playeras en las que se
podía leer, “80 mil muertos”, en una y, “Estela de la corrupción.
$1,146,000.00”, en la otra.
De inmediato, los guardias del Estado Mayor Presidencial los retiraron del
salón en el que se desarrollaba la ceremonia inaugural de la Semana de la
Transparencia.
El reclamo provocó una reacción inmediata del mandatario, quien les pidió
dejarlo terminar su discurso y luego platicar. En eso, uno de los jóvenes le
recordó la Estela de Luz y Calderón, improvisando, mencionó que el gobierno
tiene un sitio de internet para revisar todo lo que se desee respecto a la
obra.
Retirados los manifestantes, Calderón prosiguió su discurso. No alteró su
tono de voz, pero sí habló con rapidez, destacando que en su gobierno se impulsó
el principio de máxima publicidad, además de haber diseñado esquemas de
transparencia focalizada e información mínima para avanzar.
También dirigió sus críticas a los gobiernos estatales que contraen deuda con
opacidad.
Aunque se dijo respetuoso de la autonomía sindical, Calderón arengó contra
estos gremios, pues, sostuvo, cobran cuotas forzando a los trabajadores a
pagarlas, sin transparentar el destino de sus ingresos.
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