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domingo, 14 de octubre de 2012

Latinoamérica: mayor dependencia de Asia

La invasión china.
Foto: AP
Leonardo Boix 12 de octubre de 2012
LONDRES (apro).- Latinoamérica está aumentando cada vez más los lazos comerciales, logísticos y militares con la región de Asia-Pacífico, actual motor de la economía mundial, pero al mismo tiempo evita aumentar la preocupante dependencia con China, que se ha convertido en uno de sus principales inversores, en un cambio geo-político que busca modificar su histórica relación en el eje Norte-Sur de países.

El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres (IISS, por sus siglas en inglés) señala en su reporte anual que las naciones latinoamericanas quieren aprovechar el enorme crecimiento económico y de poder político de la región Asia-Pacífico, estableciendo lazos con una de las zonas de mayor dinamismo del mundo en el contexto de la crisis económica internacional.

John Chapman, director del IISS, sostuvo durante la presentación del informe el 13 de septiembre en la capital británica, que la “fascinación por la historia de éxito y el interés por el ‘siglo del Pacífico’ se ha extendido de forma poderosa a América Latina”, que dependía en el pasado de Estados Unidos y Europa para sus relaciones de comercio.



“China se ha convertido en un actor importante, pero los países de la región también se están orientando hacia sus vecinos lejanos del Pacífico” como Japón, Corea del Sur y las naciones del sureste asiático, agregó, todos ellos con un creciente interés en hacer negocios con los sudamericanos.

Latinoamericana ha firmado en los últimos años varios tratados de libre comercio con dichos países, una tendencia que a mediano y largo plazos podría terminar modificando por completo la relación de muchas naciones de América Latina con Estados Unidos y Europa, señaló el informe.

China, que a pesar de la crisis económica que comenzó en 2008 mantiene una insaciable demanda por materias primas, es el principal inversor de países como Brasil, Perú y Chile, y en 2011 estuvo entre los cinco primeros inversores en otras 13 naciones de la región, incluido México.

El IISS indicó que una señal de ese cambio fue la creación en junio pasado de la llamada Alianza del Pacífico, un nuevo bloque impulsado por Chile, Colombia, México y Perú, destinado a incrementar la integración económica entre sus miembros y el comercio con los mercados emergentes de la región Asia-Pacífico, y que no sólo se extenderá a temas comerciales, sino también culturales, militares y estratégicos.

También destacó que las exportaciones de los países de la Alianza del Pacífico a Asia sumaron un total de 71 mil millones de dólares en 2011, luego de haber registrado un incremento anual promedio de 13% en los cinco años anteriores. Dicha tendencia va en aumento y se esperan fuertes incrementos en las balanzas comerciales de los países latinoamericanos con respecto de sus pares asiáticos.

Las alianzas de Latinoamérica con Asia-Pacífico se dan en medio de dificultades económicas para Estados Unidos, que a pesar de problemas en sus finanzas sigue siendo el destino de 40% de las exportaciones latinoamericanas.

La inversión estadunidense representa además 40% de los negocios extranjeros en la región, tanto para empresas como para proyectos de infraestructura, minería y energía.

El IISS estimó que la nueva relación con el Pacífico le dará a los países latinoamericanos nuevas posibilidades de relacionarse con la hasta hace poco potencia hegemónica en una posición de mayor igualdad.

Sin embargo, admitió que la región seguirá teniendo una fuerte dependencia de China, que ha concedido préstamos a la región por un total de 75 mil millones de dólares desde 2005, según un reciente informe del centro de análisis estadunidense Inter-American Dialogue.

“China se ha convertido en el prestamista de último recurso de varios países latinoamericanos que tienen dificultades para acceder a los mercados de capitales”, como Venezuela, Ecuador o Argentina, indicó el informe.

El estudio resalta además que el nuevo vínculo podría provocar en un futuro lejano divisiones en la región, especialmente entre los países del Atlántico y del Pacífico, aunque agregó que a corto plazo “es poco probable que la integración regional se resienta, debido especialmente a que el llamado bloque atlántico incluye exportadores de materias primas como Venezuela, Brasil y Argentina, que seguirán comerciando con China, con o sin acceso a un bloque comercial del Pacífico”.

Respecto del resto del mundo, el IISS destacó que la serie de transiciones políticas llevadas a cabo como consecuencia de los levantamientos por la Primavera Árabe están modificando el balance del poder mundial con Estados Unidos, que pasará a ocupar un rol menos dominante.

El think-tank británico indicó que el optimismo por las revoluciones de 2011 en Oriente Medio “ha sido remplazado por desilusión ante el miedo de que los partidos islámicos extremos puedan llenar el vacío de poder dejado”, por el derrumbe de las dictaduras en esa región.

El IISS resaltó además que las elecciones en Estados Unidos y tensiones de liderazgo en China, Corea del Norte y Rusia son factores que están cambiando el rostro de la política mundial.

“Luego de un corto plazo de emoción por el cambio, la gente que sintió sus intereses amenazados trató de poner frenos”, se indica en el estudio, titulado Strategic Survey 2012: The Annual Review of World Affairs.

“Esto fue más obvio en el mundo árabe luego de la oleada revolucionaria de 2011. Pero también ocurrió en una Europa que enfrenta problemas para su propio futuro en Rusia, luego de la reelección de Vladimir Putin, y en China, donde un cambio de liderazgo está en camino”. Y agregó que “Estados Unidos sigue en transición entre una era intervencionista y un nuevo rol, que aún no ha tomado forma”.

La elección de Mohamed Cursi, de los Hermanos Musulmanes, como presidente egipcio luego de la salida del veterano líder Hosni Mubarak demostró el poder de los partidos islamistas de la región a la hora de explotar las inseguridades políticas, se advierte en el documento.

Y abundó que el surgimiento islamista tendrá un efecto muy marcado en la geopolítica del área, poniendo más nervioso a Israel y amenazando el frágil vínculo en la red de complejas relaciones árabes.

Según el IISS, la continua crisis en Siria amenaza con terminar en una guerra con Turquía y también complicaría más la posición de Irán en la región. “La retórica cada vez más acalorada entre Damasco y Ankara, las incursiones sirias en el Líbano y las cuestiones sobre la postura de Hezbollah, todo llevará a una potencial escalada militar”.

El reporte sugirió que los poderes de la región estarán menos inclinados en pedir a Washington ayuda o guía debido a los recortes presupuestarios en Estados Unidos y las lecciones aprendidas de la guerra de Irak (2003), como también los vergonzosos cables diplomáticos estadunidenses filtrados por Wikileaks.

“Podría ser una fase temporal, pero gran parte del mundo espera ahora menos intervención de Washington y que reduzca sus acciones en un gran nivel”, subrayó el IISS.

Sobre las elecciones en Estados Unidos, en la que compiten el actual presidente Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney, el organismo londinense dijo que quien sea que gane el país jugará un rol “más secundario” en el mundo.

“Estados Unidos está guardando sus cuernos militares, y los recortes en el gasto de Defensa son apoyados por todo el mundo político y civil, cada vez más opuesto a la guerra”, argumentó el reporte.

“Para Obama o Romney, las principales áreas a resolver durante el próximo mandato presidencial serán internas, principalmente asuntos económicos y fiscales”, continuó.

El IISS predijo además inestabilidad en Rusia a pesar del aparentemente tranquilo regreso al poder de Putin. Las protestas de la clase media ante su reelección “marcaron un cambio enorme en el sistema político de Rusia”, de acuerdo con el documento.

“Las protestas confirmaron que el país ha alcanzado un desarrollo socio-económico en el que ya no es posible que un único líder gobierne todo el país”, agregó.

Las preocupaciones a largo plazo por el creciente poderío económico y militar de China siguen dependiendo de las verdaderas intenciones de Xi Jinping, quien se espera tomará las riendas del poder en marzo próximo, destacó el IISS.

Sin embargo, Xi no ha sido visto en público desde hace semanas y ha cancelado reuniones con varios dignatarios extranjeros, haciendo crecer especulaciones acerca de su salud y paradero, tanto en las redes sociales como en los medios de prensa extranjeros.

El reporte fue además pesimista acerca de los pronósticos para Corea de Norte después del nombramiento en diciembre pasado de Kim Jong-un como líder del país.

El lanzamiento de misiles por parte de las autoridades norcoreanas en febrero pasado “mataron toda posibilidad en un futuro cercano de mejorar las relaciones con Estados Unidos” o de dar solución a su programa nuclear a partir del diálogo.
 
Fuente:  http://www.proceso.com.mx/?p=322438

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