 |
| Peña y Montiel llegan a Los Pinos (Foto: mexico.cnn.com) |
Atlacomulco ha vuelto. Con todo. Los mexiquenses de Peña Nieto ocupan las principales posiciones del equipo de transición del presidente electo. Tras décadas de intentarlo el grupo más poderosos del PRI consigue la llave de Los Pinos. ¿Qué harán con ella?
La mejor definición de la red de cuates la daba Homozapping. La gran mayoría de los 46 colaboradores de este descomunal equipo de transición son un relleno para camuflar o disimular el grupo de poder que llegará con Peña Nieto a Los Pinos: Los equipos políticos que formara el ex gobernador y tío de Peña Nieto, Arturo Montiel, y consolidó Peña Nieto significan la continuidad del grupo de poder creado por Isidro Fabela y operado por Carlos Hank González a partir de 1970:
Fiel a su camarilla y a su red de intereses, Peña Nieto no hizo alianza más que con el mismo equipo que surgió en el gobierno de Arturo Montiel y lo llevaron a la gubernatura y a la presidencia de la República. Son los operadores de siempre, los que saben triangular fondos, pactar con grupos criminales, cooptar opositores, mantener la impunidad y los grandes negocios empresariales del peñismo. Ahí están en el equipo de transición Luis Videgaray, secretario de Finanzas y cerebro operativo de Peña Nieto; Luis Enrique Miranda Nava, el oscuro secretario general de Gobierno durante el sexenio de Peña Nieto y auténtico operador de los trabajos sucios; Marcela Velasco González, nombrada Oficial Mayor del equipito de transición (Prima de Peña Nieto); Gerardo Ruiz Esparza, de los grandes negocios de construcción; David Korenfeld Federman, el vínculo con los negocios de la comunidad judía en el Estado de México; Enrique Jacob Rocha, otro eminente operador mexiquense designado para un cargo tan folklórico como Coordinador del Programa Emprendedores; Alejandro Nieto Enríquez, viejo lobo de la operación política mexiquense, designado secretario técnico del equipo de Videgaray; Juan José Guerra Abud, uno de los primeros jefes de Peña Nieto en la burocracia mexiquense; y el inefable ex procurador mexiquense, Alfredo Castillo, el artífice del guión mal fabricado del caso Paulette, ahora estrenado como Coordinador de Justicia; Alfonso Navarrete Prida, quien aspira a ser procurador general de la República, degradado a coordinador de Trabajo en el equipito. También están los amigos de Peña Nieto recién incorporados a las tareas de primer orden como Emilio Lozoya Austin, vicecoordinador de Asuntos Internacionales, e Ildefonso Guajardo Villarreal, vicecoordinador de Política Económica, vínculo actual con los grupos empresariales.
Este es el núcleo duro. El resto están de más y no saben si durarán hasta más allá del 30 de noviembre. Esta “especie de ensalada de viejos lobos y herederos de viejos lobos” que al decir de Reporteros en Movimiento sigue bajo control mexiquense:
Curioso también pero explicable. Los puestos clave quedan en manos de ex funcionarios de la administración que Peña Nieto encabezó cuando fue gobernador del estado de México. Gente de todas sus confianzas. Sobre todo Luis Videgaray, Gerardo Ruiz Esparza, Alfonso Navarrete Prida, David López. En los puntos neurálgicos, ninguna novedad.
La cuota de los gobernadores del PRI, o los caciques políticos que le dieron votos y dinero al candidato de Atlacomulco, también tiene su espacio en la escenografía de la transición. Y en la melé transicional caben desde el hijo de Murat a la mujer de Moreira, encabezados por el cabecilla de todos los gobernadores, Miguel Osorio Chong, ex mandatario estatal de Hidalgo, hasta un militar como Roberto Miranda que ya protegió al presidente Salinas en su sexenio. O una tránsfuga célebre como Rosario Robles. Pero nada indica realmente que alguno de estos muchos consejeros eventuales que el martes 4 de agosto presentó Peña Nieto tengan cabida en el gabinete venidero.
Ejemplos mexiquenses: Luís Enrique Miranda Nava.
Para entender mejor el perfil del núcleo duro de mexiquenses y sus formas de operar ante el conflicto social bastan unas pinceladas sobre Luís Enrique Miranda Nava, hilo que nos lleva de nuevo al padrino y protector inicial de EPN, Arturo Montiel:
Luis Enrique Miranda Nava es toluqueño, hijo de Luis Miranda Cardoso, Magistrado y ex presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, y quien cuenta con 26 propiedades en el Estado de México según el Registro Público de la Propiedad, cada una con un valor promedio de un millón de pesos.
Entró en 1999 al Gobierno del Estado de México gracias a su padre, cercano a la familia Montiel Rojas, y lo acomodaron como Coordinador de Asuntos Jurídicos. En los dos años siguientes, de 2000 a 2003, participó como Subsecretario de Asuntos Jurídicos. Fue Luis Enrique Miranda Nava el responsable de interponer denuncias penales a los comuneros de San Salvador Atenco quienes defendían sus tierras ante la construcción del Aeropuerto Internacional de Texcoco, proyecto principal en los intereses de inversión del entonces gobernador Arturo Montiel Rojas. Además, fue la persona que atendió la viabilidad jurídica en el comité para el caso San Salvador Atenco y responsable de ofrecer a los campesinos de la zona 10 pesos por cada metro cuadrado para la construcción de un proyecto de más de 4 mil millones de dólares.
Rudo con los movimiento sociales y servicial con el poder financiero que sirvió desde su puesto clave en Edomex:
Es decir, pidió prestado dinero al Banco Mundial (quienes al ver la pobreza extrema del Estado de México accedieron de inmediato), así como a diferentes entidades bancarias del país. ¿Y qué hizo? Convirtió la deuda en acciones, como si fuera Coca Cola Company, y vendió esas acciones entre empresarios allegados al Gobernador.
Ahora, el Gobierno del Estado paga a inversionistas privados la deuda que nosotros pagamos con nuestros impuestos, con intereses altísimos (recordemos que los intereses de los bancos son más altos que los de las instituciones públicas), y a un plazo de más de 10 años. Según Luis Enrique Miranda, nos ahorramos con este método 10 mil millones de pesos. ¿De qué nos sirve si nos endeudo por 30 MIL MILLONES DE PESOS?
Que el Grupo Atlacomulco, o los políticos mexiquenses, llega finalmente a Los Pinos es algo que se refleja en la misma composición del equipo de transición donde 15 de sus 46 miembros pertenecen a este estado:
Quince mexiquenses destacan en el equipo de transición del Presidente Electo Enrique Peña Nieto, entre ellos el ex secretario de Finanzas en el Estado de México, coordinador de campaña del hoy gobernador Eruviel Avila, presidente del Comité Directivo Estatal priísta y coordinador de la campaña presidencial, Luis Videgaray es el mexiquense con el mayor rango de responsabilidad. También fueron designados Gerardo Ruíz Esparza, Alfonso Navarrete Prida, Oswaldo Santín, David Korenfeld, Enrique Jacob, Alejandro Nieto, Marcela Velasco, Luis Miranda, Alfredo Castillo, Luis Felipe Puente, Arnulfo Valdivia y Juan José Guerra Abud. En el Staff personal del presidente electo, están Erwin Lino y David López, ratificados en la secretaría particular y la coordinación de Comunicación Social. Entre los hombres más cercanos a Peña que no aparecen en estos primeros nombramientos pero que seguramente tendrán algún encargo en el próximo gobierno están Roberto Padilla, Luis Vega, Ricardo Aguilar, Héctor Velasco y Benito Neme.
Si alguien lo dudaba, quedó claro al fin: una alianza de mexiquenses y tecnócratas, con el nuevo Córdoba Montoya del peñismo, Luís Videgaray, manejará las riendas del poder por todo un sexenio. El sueño de Isidro Fabela y el profesor Carlos Hank González se hizo realidad.
Empieza el reinado de Atlacomulco ¿Qué pasará con su llegada a Los Pinos? ¿Qué opinas tú?
Fuente:http://pulsociudadano.com/2012/09/el-sueno-de-atlacomulco-15-mexiquenses-en-el-equipo-transicional-de-pena-nieto/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario, anda sólo tienes que teclear.