A los habitantes de Cd. Nezahualcóyotl,
a sus trabajadores, a sus amas de casa,
a sus jóvenes, a sus niños:
a sus trabajadores, a sus amas de casa,
a sus jóvenes, a sus niños:
El día de ayer, 5 de septiembre de 2012, Cd. Nezahualcóyotl sufrió una suerte de toque de queda, impuesto por el miedo y el enrarecimiento de la vida política del país: Aún no asume Peña Nieto el poder y a través de sus estructuras, el priismo y sus redes de acción subterráneas, sueltan entre nosotros el rumor y el terror sistemático, adelantándonos sin duda una prueba de lo que le avecina al país si seguimos creyendo que en México no pasa nada…
Durante más de cuatro horas especulamos en nuestros domicilios, en nuestros trabajos, sobre lo que sucedía afuera: ¿Realmente había enfrentamientos? ¿Esas detonaciones aisladas eran disparos? ¿Afuera se llevaba a cabo, de forma encubierta, una clase de ensayo? ¿La paranoia era una forma de decir que hemos acumulado demasiado miedo e impotencia? Cada uno se hizo mil preguntas. La respuesta, para nosotros, por parte de los de arriba siempre ha sido la misma: No pasa nada.
Patrullaron nuestras calles, por tierra y por aire, se hizo imposible ingresar al municipio prácticamente desde cualquier punto, cerramos con mil candados nuestras puertas y nos quitaron el habla, el siquiera preguntar qué sucedía, era inútil. No pasaba nada. En los minutos inmediatos a estos acontecimientos en Twitter se resumía así la apreciación de lo que ocurría: “Típico, arriba Peña Nieto a Los Pinos y de repente hay un toque de queda en Neza y Televisa te dice que no pasa nada, bien raro”.
Nos hemos tragado esa frase tantas veces, nos la recetan como remedio universal ante el atropello, ante la corrupción, ante la imposición o el hambre. Seguramente en los siguientes amaneceres querrán que olvidemos que nos han tomado como un laboratorio de respuesta social. Los acontecimientos de Chicoloapan, los enfrentamientos entre grupos de distinta filiación partidaria por la apropiación de una fuente de trabajo, no tiene otro objetivo mas que la confrontación social, tratar de convertir el conflicto poselectoral en un enfrentamiento que deje de lado a los verdaderos responsables de la debacle del país. Es muy simbólico que esto comience a darse precisamente en el estado “músculo” del PRI. Por otro lado, el fenómeno del narcotráfico que en Neza ha venido creciendo en los últimos años es un agregado que ha abonado al clima del pánico. Pretenden que no nos movamos, si no es para huir del peligro.
Ciudad Neza emergió durante ya tres generaciones de entre el polvo y la pobreza, de entre los canales de aguas negras, de entre el cansancio y la falta de oportunidades. Se sobrepuso a crisis económicas y lastimosamente ha podido tener una vida paulatina, callada. Hoy quieren arrebatarnos de un tajo, como a todos los demás mexicanos, el derecho a la libertad de transitar por nuestras calles, de reunirnos cómo y con quién queramos, y con ello la posibilidad de organizarnos contra su paquete de “medidas estructurales”, de su intención de mantener su dedo señalándonos y oprimiéndonos.
Condenamos profundamente los actos de violencia de ayer, y aclaramos que no tenemos nada que ver con estos lamentables hechos. Igualmente, decimos a la población de Neza que haga crecer el movimiento y se incorpore a la transformación democrática del país. No podemos dejar que nos hundan en el miedo, que nos entierren en vida.
¡No queremos más la miseria y el silencio! ¡Alza la voz, organízate! ¡Paz para Cd. Neza, Paz para México!
“Los de abajo nos erguiremos sobre la tierra, ese es nuestro destino”.
NEZA ES 132
Twitter: @Nezaes132 Facebook: Yo Soy 132-Yo Soy NEZA e-mail: yosoy132-yosoyneza@hotmail.com
Durante más de cuatro horas especulamos en nuestros domicilios, en nuestros trabajos, sobre lo que sucedía afuera: ¿Realmente había enfrentamientos? ¿Esas detonaciones aisladas eran disparos? ¿Afuera se llevaba a cabo, de forma encubierta, una clase de ensayo? ¿La paranoia era una forma de decir que hemos acumulado demasiado miedo e impotencia? Cada uno se hizo mil preguntas. La respuesta, para nosotros, por parte de los de arriba siempre ha sido la misma: No pasa nada.
Patrullaron nuestras calles, por tierra y por aire, se hizo imposible ingresar al municipio prácticamente desde cualquier punto, cerramos con mil candados nuestras puertas y nos quitaron el habla, el siquiera preguntar qué sucedía, era inútil. No pasaba nada. En los minutos inmediatos a estos acontecimientos en Twitter se resumía así la apreciación de lo que ocurría: “Típico, arriba Peña Nieto a Los Pinos y de repente hay un toque de queda en Neza y Televisa te dice que no pasa nada, bien raro”.
Nos hemos tragado esa frase tantas veces, nos la recetan como remedio universal ante el atropello, ante la corrupción, ante la imposición o el hambre. Seguramente en los siguientes amaneceres querrán que olvidemos que nos han tomado como un laboratorio de respuesta social. Los acontecimientos de Chicoloapan, los enfrentamientos entre grupos de distinta filiación partidaria por la apropiación de una fuente de trabajo, no tiene otro objetivo mas que la confrontación social, tratar de convertir el conflicto poselectoral en un enfrentamiento que deje de lado a los verdaderos responsables de la debacle del país. Es muy simbólico que esto comience a darse precisamente en el estado “músculo” del PRI. Por otro lado, el fenómeno del narcotráfico que en Neza ha venido creciendo en los últimos años es un agregado que ha abonado al clima del pánico. Pretenden que no nos movamos, si no es para huir del peligro.
Ciudad Neza emergió durante ya tres generaciones de entre el polvo y la pobreza, de entre los canales de aguas negras, de entre el cansancio y la falta de oportunidades. Se sobrepuso a crisis económicas y lastimosamente ha podido tener una vida paulatina, callada. Hoy quieren arrebatarnos de un tajo, como a todos los demás mexicanos, el derecho a la libertad de transitar por nuestras calles, de reunirnos cómo y con quién queramos, y con ello la posibilidad de organizarnos contra su paquete de “medidas estructurales”, de su intención de mantener su dedo señalándonos y oprimiéndonos.
Condenamos profundamente los actos de violencia de ayer, y aclaramos que no tenemos nada que ver con estos lamentables hechos. Igualmente, decimos a la población de Neza que haga crecer el movimiento y se incorpore a la transformación democrática del país. No podemos dejar que nos hundan en el miedo, que nos entierren en vida.
¡No queremos más la miseria y el silencio! ¡Alza la voz, organízate! ¡Paz para Cd. Neza, Paz para México!
“Los de abajo nos erguiremos sobre la tierra, ese es nuestro destino”.
NEZA ES 132
Twitter: @Nezaes132 Facebook: Yo Soy 132-Yo Soy NEZA e-mail: yosoy132-yosoyneza@hotmail.com
Fuente YoSoy132media
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